Cuando el silencio se quiebra: los hombres como víctimas invisibles de la trata de personas (modalidad sexual) en Costa Rica
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Actualizado: hace 41 minutos
En Costa Rica es normalizado interpretar la trata de personas, bajo la modalidad sexual, casi siempre alusivo en imágenes de mujeres y niñas víctimas. Pero, la realidad es muy distinta; en un reciente rescate en San José, Costa Rica, nos recuerda que los hombres también pueden convertirse en víctimas de redes criminales que los explotan sexualmente con insensible impunidad.
Este panorama exige que revisemos nuestras concepciones sobre la violencia sexual y adoptemos una mirada más inclusiva que tome en cuenta la vulnerabilidad masculina. Ignorar esta realidad no solo perpetúa estigmas de género, a la vez, deja sin respuestas a víctimas que siguen atrapadas en la clandestinidad.
Este martes 26 de agosto de 2025, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Policía Municipal de San José llevaron a cabo un operativo en una sala de masajes ubicada en las cercanías de la Junta de Protección Social (JPS), en el centro de la capital.
Allí, rescataron a cuatro hombres extranjeros sometidos a prostitución forzada. El principal sospechoso, es un hombre de 64 años, quien fue detenido tras haber sido abierta una investigación en su contra, iniciada en enero del presente año (Jiménez, 2025, Teletica). Este acto demuestra una red de trata de personas focalizada en víctimas masculinas extranjeras, lo cual desafía la narrativa predominante en torno al crimen de trata en nuestro país.
Ante lo expuesto, existen factores que contribuyen a la invisibilidad masculina:
Deficiencias institucionales: aunque existen leyes como la Ley contra la Trata de Personas y Creación de la Coalición Nacional contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y la Trata de personas (CONATT), N° 9095 (que contempla penas de hasta 16 años para quienes lucran con este delito), en la práctica su implementación y narrativa institucional parecen centrarse mayormente en mujeres y personas menores de edad, dejando de lado las dinámicas y las tendencias cambiantes de victimización masculina.
Si bien el contexto legal es neutro en cuanto al género y abarca a cualquier víctima, la orientación de políticas, campañas y registros estadísticos ha invisibilizado a los hombros, lo que limita el reconocimiento de sus patrones específicos de estigmatización y reproduce estigmas que obstaculizan una respuesta integral.
Vulnerabilidades migratorias: al provenir de otros países, estas víctimas probablemente carecían de redes de apoyo, haciéndolas más susceptibles a ser engañadas o forzadas a situaciones de explotación sin acceso a protección estatal.
Estigmas de género: la sociedad sigue percibiendo a los hombres como sujetos fuertes, incapaces de ser víctimas de abusos sexuales, lo que inhibe la denuncia y visibilización de su sufrimiento.
Desde una perspectiva criminológica, existe una necesidad de reconfiguración del perfil del victimario y la víctima, ya que es importante revalorar los estereotipos. No solo mujeres y niñas son vulnerables; los hombres (y más aún los migrantes) pueden ser sujetos pasivos en redes de trata de personas.
Consecuentemente, urge la revisión de las políticas públicas. Los mecanismos de protección deben de incluir medidas específicas para hombres víctimas, que respeten su privacidad y faciliten su reintegración social y psicológica.
Además, de la premura en fortalecer las instituciones; ya que, al promover una formación sensible en los cuerpos de seguridad y justicia sobre la diversidad de víctimas de trata, se garantiza que los protocolos de atención incluyan la opción masculina.
Este caso nos interpela como sociedad para abandonar el silencio cómplice que perpetúa la invisibilidad de hombres víctimas de trata de personas bajo la modalidad sexual. Ante lo expuesto, es un claro llamado a:
Visibilizar realidades diversas, romper con los mitos de género que limitan nuestra capacidad de empatizar y actuar ante la explotación que padecen los hombres.
Erradicar la impunidad estructural, desde la comprensión que de proteger los derechos humanos exige que cada víctima, sin importar su género o nacionalidad, tenga acceso a la justicia, apoyo y reparación.
Educar desde la criminología para impulsar investigaciones y propuestas que evidencien cómo opera la trata de personas en el país bajo distintos perfiles de víctimas, generar estadísticas claras y promover mecanismos de prevención que contemplen la diversidad.
Por lo tanto, el rescate de cuatro extranjeros explotados sexualmente en una sala de masajes en San José no es un hecho aislado; es una clara advertencia de la existencia de una realidad social aún relegada. Como criminóloga, creo que reconocer esta vulnerabilidad es el primer paso para construir respuestas más humanas, eficaces, integrales y equitativas frente a lucha contra la trata de personas.
Bibliografía
Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (2013). LEY CONTRA LA TRATA DE PERSONAS y creación de la Coalición Nacional Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y la Trata de Personas (CONATT) LEY № 9095. https://shre.ink/ts4h
Jiménez, L. (2025). Hombres extranjeros son rescatados de red de explotación sexual en San José. Teletica Noticias. https://shre.ink/ts6d